¿Es lo mismo un mentor y un coach? No. En este artículo vamos a explicarte cuáles son las diferencias entre mentoring y coaching, dos metodologías que en ocasiones se confunden.
Primero vamos a ver qué es un mentor y qué es un coach, luego te presentaremos siete diferencias clave.
Según la Real Academia Española (RAE) la palabra mentor viene del griego, del libro La Odisea, y significa “consejero o guía”. Siguiendo también a la RAE, un coach es una “Persona que asesora a otra para impulsar su desarrollo profesional y personal”.
No son definiciones que pongan relevancia las diferencias, así que aquí van unas definiciones propias:
Mentor es alguien que ha recorrido un camino y ayuda a otros con su experiencia, sus contactos, su escucha activa y la formulación de preguntas estratégicas para revelar las diferentes alternativas a la hora de lograr ciertos objetivos.
Un coach es un experto en determinada(s) habilidad(es) que ofrece ayuda a otros para desarrollarlas.
Vamos ahora con...
1. Los objetivos. Mientras que el mentor suele servir para lograr objetivos de crecimiento personal, cuestiones vitales, como reestructurar una empresa, pivotar un negocio, iniciar un emprendimiento, convertirse en escritor profesional o escalar una empresa; el coach se enfoca en objetivos más inmediatos, como desarrollar o mejorar una habilidad (como hablar en público, las relaciones interpersonales o escribir con más atino).
2. Relación. El coach acostumbra a tener una posición jerárquica en la relación, como un entrenador deportivo puede mandar ejercicios o tareas para que la persona que lo recibe el servicio haga, el mentor en cambio, no tiene una posición de poder respecto al mentee (la persona que mentoriza), es una relación de igualdad y, en último término, es el mentee quien propone las agendas y el objetivo del acuerdo. Además, mientras el coach siempre estará ligado al sector de su cliente, el mentor no. Por ejemplo, si quieres mejorar tus finanzas y convertirte en un referente en el sector, tu coach debería ser alguien con especial relevancia en ese campo. En cambio, la relación entre mentor y mentorizado no siempre es en el mismo campo. Esto sirve para proteger la información y evitar conflictos de intereses. Siguiendo el mismo ejemplo, si quieres convertir en un influencer financiero, podrías contratar a un mentor que tenga resultados en esa área, pero que no necesariamente sea conocido por ello. Los mentores tienen perfiles mucho más grises. Tu mentor podría haber logrado una alta facturación con un negocio que no tenga nada que ver con el tuyo. La elección es por afinidad más que por ninguna otra cuestión. El coach, en cambio, puede estar impuesto (no ser una relación voluntaria) o ser el jefe de la persona a la que está ayudando. El mentor nunca haría su trabajo por obligación ni tendría un rol jerárquico (ser el jefe) de su aprendiz.
3. Enfoque. Mientras el coaching busca resultados en el corto plazo, las relaciones de mentoring se enfocan en el largo y suelen ser procesos que duran meses o incluso años. Esto permite aprovechar oportunidades no solo inmediatas y generar un mayor conocimiento entre ambos que permite una mejor compresión y ayuda.
En resumen, el coach tiene una relación más jerárquica y enfocada en el corto plazo que el mentor.
Estas son las diferencias entre coaching y mentoring. ¿Qué te parecen? Si te interesa alguno de los dos servicios, puedes contactarnos y contarnos tu caso, en qué estás interesado y cuáles son tus objetivos.