En el proceso de publicación de textos, valoramos mucho el trabajo de los
correctores de estilo. Si todavía no estás seguro por qué y qué es lo que hacen, revisa
este otro artículo. Es normal que al principio no tengas claro cómo
cotizar servicios de corrección, pero no te preocupes, aquí te enseñaremos a hacerlo.
Primero que nada, no esperes que sea gratis. Si un amigo se ofrece a revisar tu escrito, quizás puedas mejorarlo en algunos aspectos, pero el resultado de un servicio profesional es de una calidad incomparablemente mayor.
Los correctores profesionales
son personas que han estudiado mucho para hacer bien sus encargos. La mayoría ha cursado una carrera de Humanidades o Ciencias Sociales; algunos tienen formación adicional en diplomados o especializaciones y, por supuesto, tienen experiencia.
No es grosero pedir una prueba de redacción
o el curriculum
de tu corrector, hazlo si esto te da más confianza. Pon atención a cómo se comunica contigo por mensajes, el hecho de que no cometa errores
al hacerlo es una buena señal.
¿Cómo pides un presupuesto de corrección? La forma más sencilla es preguntar el precio por volumen, generalmente se contrata por cada tantos cientos o miles de palabras. De esta manera, puedes ir cubriendo el pago conforme avancen las revisiones. Aunque, dependiendo del proyecto, algunos correctores preferirán cobrar por hora o por página.
Las cotizaciones por páginas son un poco problemáticas.
¿Estás de acuerdo con que no es lo mismo una página en Arial 14 a doble espacio y una en Times New Roman 12 a espacio sencillo? Es conveniente aclarar qué características tiene una página antes de que hagas un contrato de este tipo.
El costo por volumen es una estimación razonable, sin embargo, es probable que tu corrector pida ver el texto para ajustar el precio. El profesional necesita hacer un diagnóstico para planear el trabajo. No dudes en proporcionarle el material o, si eres muy celoso con tus creaciones, compártele algunas partes. El corrector
te informará qué clase de errores observa y en qué cantidad; si son mínimos, quizá reduzca la tarifa.
Ahora bien, ¿qué tipo de corrección
requieres? Puedes estar convencido de que a tu escrito solo le falta una manita de gato con la ortografía. No obstante, a la hora de hablar con el corrector, te recomienda hacer correcciones de estilo
e incluso algunas tareas de edición, como comprobar datos con otras fuentes y adaptar palabras de otras lenguas. Si tu presupuesto rinde para un paquete completo, ¡elígelo!
Por último, a la hora de contratar a un corrector
precisa los modos y tiempos de entrega. Puede ser que recibas la mitad del trabajo después de pagar el 50 % y el resto cuando liquides el total, o, si prefieres no complicarte: pagas por anticipado y recibes la obra terminada antes del momento acordado. Toma tiempo hacer una corrección exhaustiva
porque hay que leer más de dos veces y muy detenidamente; algunos profesionales con gran experiencia pueden darte servicios express
por un costo más elevado
que el normal.
En resumen, para saber cuánto debe cobrarte un corrector
debes tomar en cuenta su preparación, la tarifa base, la carga de trabajo y los tiempos de entrega. Elige servicios veloces, de calidad, versátiles o especializados para tratar con todo tipo de textos
y que te den opciones según tu presupuesto.